FIESTA GOTICA EN MADRID

El móvil de Gamusina sonó. Después de estar un buen rato encadenando una serie de "si”, "no" y "vale" me miró con cara de preocupación. Por lo visto la amenaza de malignus era cierta, teníamos que ir a una fiesta gótica. Yo me había traído la ropa negra pensando que no la usaría...que iluso. Al romper la tarde, empezaron a llegar los invitados a la fiesta. Con riguroso negro, pero sin ostentaciones góticas, nos preocupábamos de si esto o aquello sería o no lo suficientemente adecuado para la velada.

Al cabo de un rato decidimos marchar en busca de los integrantes que nos faltaban. Habíamos quedado en pleno centro de Madrid, en la gran vía, al lado del magdonals. Una vez allí, esperamos pacientemente hasta que, de entre la multitud, aparecieron... tres princesas de lo más gótico que te puedas imaginar. Yo me quedé con la mochila en forma de ataúd con el interior forrado en rojo que llevaba una de ellas. Ya os podéis imaginar la postal, una calle llena de giris vestidos con tuticolori, y nosotros, de riguroso negro, en medio de un día resplandeciente delante del magdonals.

Nos separamos para comer, y los más "discretos" nos fuimos a un chino. Pero claro, seis personas vestidas de negro en un chino... parecía como si se nos hubiera muerto el gato y para honrarlo nos lo zampáramos con salsa agridulce.

Ya a la noche, nos volvimos a reunir y nos fuimos a probar la misteriosa absenta (a un 50 por ciento, que conste). Yo, de un chupito del tamaño de un dedal, solo probé un 0,0001 por ciento, y solo con eso tuve suficiente para quedar sin amígdalas el resto de la noche. Una de las princesas, la más callada y misteriosa, se tomó la absenta de un solo sorbo. Después de beber, dijo con dos octavas por debajo del pentagrama y con la misma cara que pone una artista porno mientras se come una buena (censurado).

- Como me gusta la absenta -

Todo y así, no logró convencerme.

Fuimos a un pequeño local con un pasillo no apto para escayolados de brazo con cabestrillo (no lograría pasar), y luego nos dirigimos a la ultima fiesta gótica de la temporada. Una vez allí me di cuenta que el concepto "gótico" se había tomado muy a la ligera, ya que lo único en común de los invitados era el vestir de riguroso negro...y no todos. Así te podías encontrar a panks, adoradores del rock duro, conejitas, gays sin color, árbitros de fútbol, y un giri despistadísimo que me iba con estampados.

La música era, para mi gusto, horrenda. Una especie de camarera a lo manga nos deleitaba con los últimos grandes éxitos del pank, mientras un grupo de personas se medio destrozaban en convulsiones epilépticas. Como la música estaba tan alta, me entretuve gritando a pulmón libre

- Esa disyokey, que la echen, (censurado), que eres una (censurado), a ver si te vas a (censurado) con (censurado). Seguro que (censurado, censurado, pleito por calumnias)

Yo y malignus (porque los otros componentes del grupo de los "discretos" ya habían encontrado la excusa para largarse...los muy cobardes) decidimos que a la siguiente canción nos marchábamos. Pero una de las princesas, que en un momento dado había desaparecido, habló con malignus con cara de preocupación. Por lo visto una de las otras chicas, la más callada, había cogido un PEAZO PEDAL de campeonato. Nos dirigimos a la salida de emergencia y nos la encontramos sentada en la escalera, con la cabeza entre las piernas, y totalmente kao. De pronto apareció una chica vestida de enfermera gótica con un baso de agua y se la ofreció (no comen). Intentamos darle el agua, pero al final de un manotazo lo lanzo hasta las obras de la m30. Entre dos la intentaron coger, pero la chica era un poco... poseía un...em...ESTABA COMO UN TANQUE, y claro, pesaba lo suyo. Lograron llegar hasta la salida del local, que por una extraña razón comunicaba con la portería de un bloque de pisos. Allí había una mesa de despacho (no me preguntéis que coño hacia allí esa mesa) y sentaron la chica allí mientras reposaban un poco. Pero la mesa cedió, y la chica se pegó el porrazo del siglo estampando toda su cara contra las baldosas del suelo. En ese momento nuestras caras cogieron el aspecto más gótico que te puedes imaginar, más blancos que el rey del pop. Yo me arrodille y me acerque para preguntarle si se había hecho daño (NO OS RIAIS, COÑO, que me asusté mucho) y ella me respondió con una vomitada verde (bueno, no era la respuesta que esperaba... pero acepte pulpo). De pronto salió la portera del bloque y vio la escena: cinco personas vestidas de vampiros alrededor de una chica en posición fetal rodeada de vomito verde. Luego gritó con furia

- ¿Pero que pasa aquí?

Y yo estuve apunto de decirle

- Uf, que preguntas hace usted...ME PIDO EL COMODIN EL PÚBLICO!!

Pero no, le dijimos que no se preocupara, que nos marchábamos enseguida. Dicho esto, la levantamos del suelo y descendimos los escalones que faltaban para salir a la calle. La dejamos delicadamente en el suelo de la acera, la ladeamos, y al ver que la posición no era la mejor, la sentamos apoyada a la pared. Llamamos a la ambulancia y , todo hay que decirlo, llegó en pocos minutos. Pero, hay madre, de su interior salió una especie de hombres de harrison, ataviados como si de un secuestro a un banco se tratara, y al ver la situación, uno de ellos nos dijo con un borde de lo más castizo.

- ¿Está drogada?
- No - respondimos al unísono
- Pues si es una borrachera no la podemos llevar al hospital, porque allí no están para atender estas tonterías. A ver ¿Sabéis que se ha tomado?
- Nada, yo solo la he visto tomarse la absenta- dijo una de las princesas
- Si nada...bueno, conmigo se ha tomado un cubata - dijo la otra
- Pues no ha bebido mucho...aunque también ha bebido un poco del mío - respondió otro amigo
- Yo la he visto tomarse otra absenta después - dijo malignus mientras nos lo mirábamos con cara de incredulidad
- Eso sin contar con la petaca llena de wiski que lleva dentro del bolso -

Nos miramos unos a los otros y diagnosticamos que estaba bebida. Así que el del samur nos preguntó donde vivía, y todos miramos a una de las princesas que la había invitado. Ella sonrió y respondió

- No lo se
- ¿Que no lo sabes?
- No...La conozco del chat... es la segunda vez que la veo...jejeje

El ambulanciero suspiró con tanta fuerza que habría fundido medio Madrid, mientras nosotros hurgábamos en su bolso en busca de información de su vida. Encontramos el DNI, pero claro, no sabíamos si vivía sola, o con sus padres. Así que, ante la duda, el del samur se acercó a la chica, le cogió el pelo con el puño, le plantó la cabeza contra el muro, le enfocó una linterna del tamaño de Alaska a los ojos, y le pregunto con un volumen de concierto en el bernabeu.

- VIVES SOLA!!!, CON TUS PADRES!! ?

La pobre chica se despertó de golpe, le dijo con una voz clara y concisa - con mis padres - y casi de un salto se parapetó en la camilla, totalmente aterrada y como si de ello dependiese su integridad física.

Mientras veíamos la ambulancia como se alejaba, una de las princesas dijo

- Bueno, que, volvemos para adentro?

Decidimos que no, que ese pensamiento era demasiado gótico para nosotros, y nos quedamos en un parque charlando y riéndonos de lo absurdo de todo lo que nos había pasado.