TOZUDO
Tarde soleada de lunes. Estaba en la estación de plaza España esperando el tren para volver a Igualada. Los andenes estaban atestados de gente, el calor era sofocante y un alo de cansancio vagabundeaba por el ambiente. Yo estaba sentado en un banco, delante de la vía 4. Una chica se sentó a mi izquierda. Por el uniforme que llevaba me di cuenta en seguida que era la revisora del tren. Luego apareció otra chica que se sentó a mi derecha. De su maleta sacó un aparato extraño, en forma de "t" y empezó a teclear.
Entre la muchedumbre que, a diferencia de nosotros, permanecía de pie esperando el tren, apareció un hombre vestido con una llamativa chaqueta amarilla. Empezó a preguntar a la gente por el tren de Olesa de Montserrat. La gente, naturalmente, le indicaba la vía contraria a la nuestra (vía 3). Pero el señor en cuestión estaba súper convencido que su tren era el mío, osease, el de la vía 4. Así pues, preguntaba a más gente. Al final, un hombre, ya harto de que el señor no parar de preguntar, gritó.
- Mire, si no se lo cree, pregúntaselo a esa chica que es la revisora.
La chica que estaba sentada a mi derecha miro furibundamente al señor que la señalaba y añadió después en soto boche
- Me tocó
El hombre de amarillo se acercó raudo hacia donde estábamos nosotros para preguntar. La revisora se lo explicó todo, incluso las paradas intermedias tanto de nuestro tren como del de la vía contraria. El señor pareció convencido
Apareció entonces el tren de Olesa con (no os lo perdáis) un letrero enorme en neon que ponía "tren dirección OLESA". El señor entro dentro del tren, y preguntó a los que estaban dentro si ese tren iba a Olesa. La gente, naturalmente, le iban diciendo que si. Pero el señor no quedó satisfecho y se bajo del tren, se fue hacia el conductor, y le preguntó. El conductor, borde donde los haya, le contesto un "si" que estremecería a un cocodrilo. Luego el señor le preguntó
- ¿Y ese otro tren no va?
A lo que el conductor le responde
- Si, también
Madre mía, la que lió. Es cierto que nuestro tren, con los transbordos pertinentes, también se dirigía a Olesa, pero tardando cuatro veces más. Pero eso bastó al señor para determinar que el mundo le mentía, y que el tenía razón.
Se montó en el nuestro, y como un niño con rabieta, no quiso escuchar. Al final la revisora nos dijo a los que habíamos seguido el periplo del señor de amarillo
- Mira, que se joda, si es gilipollas y quiere entrenarse, pues ala
Al cabo de unos cinco minutos, la megafonía de la estación repitió a máximo volumen
- Tren con destino a Olesa de Montserrat, anden 3, se dispone a salir.
El letrero fosforescente del tren empezó a parpadear "OLESA DE MONTSERRAT" con todos los brillos posibles y por haber. La gente rezagada empezó a correr para no perder el tren. Y de pronto se ve a un grupo de escolares (que habían ido al salón del automóvil) corriendo por los andenes. Uno de los profesores llevaba una pancarta enorme que ponía "IES BLANQUERNA OLESA MONTSERRAT". Algunos de los niños gritaban
- Este es el tren de Olesa, corred!!
El hombre de amarillo vio la escena y se quedo mirándonos como atontao. Se levantó de golpe, corrió hacia la puerta de nuestro tren, la abrió, se bajó, se fue corriendo hacia el otro tren, y se...ejem...jaja...jajaja.....jajajajajaja. Aish, perdón, pero el porrazo que se pego contra la puerta que se cerraba del tren de Olesa fue de película. Los niños del ies no veas lo que llegaron a reír. Todo y el porrazo le volvieron a abrir las puertas y entró.
En nuestro tren todo el mundo se quedo petrificado, luego las risas, luego las carcajadas. Y nos duró la risa hasta la estación de Martorell, que está a media hora de Barcelona.
Aish, si es que no se puede ser tan tozudo.
albert - 09:56