VACACIONES EN VALDERROBLES, PRIMERA PARTE

Mi primo me llamó un día de junio para invitarme a ir con él al pueblo de su madre, que curiosamente es el mismo que el de mi padre (jejeje). A la excursión se habían apuntado también mi prima, su marido, sus dos hijos, mis tíos y la novia de mi primo. Yo acepté encantado, ya que me llevo muy bien con esa familia.

Yo iba en el coche de mi primo, con su novia sentada delante y mis tíos detrás conmigo. Por cierto, mi tío es sordo como una tapia (lleva aparatos de sordera) Y mi tía tiene la voz dos octavas por encima del pentagrama (os podéis imaginar la causa).

El marido de mi prima se encabezonó que teníamos que ir por una ruta alternativa. Así pues, en lugar de pasar por Reus, pasaríamos por Lleida. Se hace más de vuelta, pero la carretera es más recta y la mitad del recorrido es autovía. Todo parecía normal hasta que nos dimos cuenta que había dos carreteras con el mismo nombre, pero que no son la misma (jodete). La c-12b y la c-12. Las dos son paralelas y hacen el mismo recorrido. Pero la primera pasa por todos los pueblos y tiene más curvas que los michelines de aramis fuster. En cambio, la otra es una recta interminable...EJEM...adivinad cual tomamos nosotros.

Cuando nos dimos cuenta del error, nos lo tomamos con filosofía, y saqueamos un bar.

Continuamos el camino hasta llegar a Ascó. Yo tenía el mapa en el regazo e indicaba que teníamos que virar a la derecha. Pero yendo hacia la derecha, el camino se hacía tan estrecho que solo podía pasar un coche, y un semáforo indicaba cual era el sentido de la marcha a seguir...

- Que si, que si, que es por la derecha
- Albert, tu me vacilas, ¿como puede una comarcal tan importante tener un paso tan estrecho? Es imposible. Tiene que ser a la izquierda
- Si, si, ya se que es extraño, pero el mapa pone a la derecha
- Anda y que te folle un pez
- ¿Que pasa? - preguntó mi tío
- Que el camino se estrecha a la derecha - respondió mi tía con una voz que reventaría los tímpanos al yeti
- Pues vamos por la izquierda - sentenció mi tío
- Pero mirad cuantos coches van por la derecha, puede que Albert tenga razón - dijo la novia de mi primo (gracias Jesús)
- ¿Que dice de los coches? - preguntó mi tío
- Que hay muchos por la derecha - chilló mi tía
- ¿Y que? - protestó mi tío
- Pues nada, a la izquierda - afirmó mi primo
- ¡Pero si es por la derecha! - gritaba yo.

Al cabo de dos minutos, yo estaba tan desesperado que había sacado los brazos y el torso por la ventana indicando la derecha. Mi tío no paraba de preguntar cosas sin sentido, mi tía no paraba de chillar intentando responderle, y mi primo ya hacía la maniobra para ir a la izquierda. Pero, de pronto, la novia de mi primo le dijo que parase el coche. Salió de su interior, se dirigió a los coches que estaban parados delante del semáforo, y...preguntó

Me parece que la votaré en las próximas elecciones.

Como esa experiencia me dejó estresado, decidí que ya no me agobiaría más. Así, cuando llegamos a calaceite, yo dije una vez la dirección, pero ellos otra vez contradiciendo mis sabias afirmaciones. Por consiguiente, en lugar de intentar convencerles, les propuse una porra...llegamos a las tantas a Valderrobles, pero yo había ganado unos eurillos (alen, que se fastidien).

No se pierdan el próximo episodio...en busca de la comida