EL ANGAR DEL PORRON MILENARIO

 
             

   
 
 

martes, julio 13, 2004

 
EL CASTILLO DE ORPÍ

Si el mes de junio fue más bien taquicárdico, este mes de julio me está resultando insoportablemente largo y melancólico. Afortunadamente se intercalan en él sucesos que, quieras o no, te ayudan a evadir mi mente cotorra.

Mi amiga Elena (de la que os hablé en el post del restaurante tailandés) volvió a aparecer, tal que hada buena, cuando más la necesitaba (como siempre, tiene ese don) y me invitó a celebrar el cumpleaños de su novio con sus/mis amigos.

Pero, "ay madre mía", Elena siempre tiene la neurótica manía de llevarnos a los sitios más extraños que te puedas imaginar. En esta ocasión la cena de cumpleaños se celebraría en un castillo. "el castell de Orpí".No os esforcéis en buscarlo en el atlas, está en el culo del mundo. Pero si sois de los incansables, está cerca de otro pueblo que se llama "Carme" (que es un poco más grande, osease, que si Orpí tiene dos casas, Carme tiene cuatro) Y Carme está a su vez al lado de otro que se llama "La pobla de Claramunt".

Fuimos en una caravana de tres coches, adentrándonos en una carretera que cada vez se hacía más estrecha. Los árboles unían sus copas formando un tejado de verdor, y las luces se amortecían entre el follaje hasta casi desaparecer. Al final del camino, apareció un pequeño monte atiborrado de árboles y coronado el Castillo de Orpí.

El sol ya se había cansado de iluminar, y el castillo brillaba con las luces del interior. La construcción es pequeñita, acogedora, más parecida a un castillito de hadas que a un sendo hogar de caballeros de la mesa redonda. Sorprende su interior cálido, donde no hay ni armaduras, ni tapices, ni mobiliario medieval.

Las primeras risas empezaron cuando nos dirigimos donde estaba nuestra mesa. La camarera nos hizo recorrer un pasillo corto, después abrió una puerta y nos encontramos unas cuantas mesas con gente cenando.

- Holaaa, que tal, buen provecho, jejeje

Otro pasillo, otra puerta, otra sala...

- Holaaa, jejeje, que tal buen provecho

Otro pasillo, otra puerta, otra sala...

- Holaaaa, emmm, ¿Usted no estaba en la otra sala? jejeje

Subimos unos pisos, encontramos dos salas más, y al final nos indicaron una mesa para seis. Cuando nos sentamos, mi amiga Noemí sacó su flamante agenda electrónica del bolso, asegurando que el JPS que incorporaba iba de coña. Y nosotros respiramos bastante más aliviados...hasta que se le cayó al suelo (pero eso es otra historia).

Las paredes de piedra aligeraban su contundencia con preciosas ventanas de madera. Los muebles de mimbre y pino sujetaban vajillas de porcelana multicolor. Las mesas estaban decoradas con manteles y servilletas de cuadros rojos y blancos, y encima de ellas adornos de flores secas.

A mi amiga Elena le encanta hacer regalos. Disfruta como una vikinga proyectando maneras de sorprender al inocente cumpleañero. Y no veas la de cosas que es capaz de hacer para que la víctima no se entere de nada (nunca le sale bien, por cierto).

Por lo visto teníamos que distraer a su novio mientras preparaba la cena, los regalos y demás. Pero cada vez que intentábamos alejarlo de su casa, más borde se ponía, y más ganas tenía de averiguar que estábamos tramando.

Nos costó penas y ayudas llevarle hasta Orpí, y no veas la cosa que le dijimos para convencerle (a vosotros si os lo digo, que sois de confianza…le dijimos que habíamos visto el chico que le rayó el coche la semana pasada…fue mano de santo, no veas lo rápido que se vistió para ir, jejeje).

Cuando el novio llegó al castillo, parecía un Orco a punto de comerse a quien fuera. Y cuando nos levantamos todos para cantarle el cumpleaños feliz…mira, no os lo puedo explicar, pero ese gruñido hacia poner los pelos de punta. Menos mal que unos besos absorbentes de Elena lo dejaron kao.

Unos pijos muy pijos, que estaban en la mesa contigua, también hacían una fiesta de cumpleaños. Ellos dieron los regalos antes que nosotros. Y el “cadó” consistía en una magnifica silla de montar con todos los aparejos pertinentes. Y luego, por lo visto, había un caballo fuera esperándolo. El novio de Elena no se calló, y dijo

- Pues yo no me conformo con menos de eso, así que esta noche también quiero caballito

Mi amiga Elena se volvió súbitamente rojo pichón (me parece que entendió TODO el sentido de la frase), y le pego una senda patada. Yo, casi muerto de la risa, le digo a Mónica (muerta del todo de la risa).

- Me parece que si quiere caballito, lo tendrá que domesticar antes

Después de la comilona (exquisita, por cierto) Nos subimos a la torre. Esa noche no había luna, así que no se veía nada del paisaje. Pero, para compensar, el cielo estaba limpio, y todas las estrellas que te puedes imaginar aparecieron delante de nuestros ojos. Nos entretuvimos buscando la osa mayor, la menor, Orión. Y, por supuesto, alucinamos con lo bien que se veía la Vía Láctea. Tuvo gracia, porque mi amiga Mónica fue la primera que se percató de la estupenda visión de nuestra galaxia, y grito

- Mirad!! La leche esa
- ¿Qué leche? – preguntamos todos
- Pos la leche, eso de allí
- jajaja, láctea, láctea
- Bueno, eso, vosotros ya me habéis entendido.

Hacía mucho frío, y nos volvimos para adentro. Luego muchas risas, mucho hablar de lo que nos había ocurrido en todo este tiempo, y mucho pensar en lo que haríamos la próxima vez.

Elena dijo algo de ir a una especie de vacaciones de deportes de riesgo…ya os contaré en que acaba eso, pero no se yo si eso del rafting, ragting, ransting o como coño se llame, está hecho para mí…¿vosotros que creéis?.



albert - 15:59

 

.

HOME
&
ARCHIVES

mkxis
almuric
fantine
Peluche
Capitán napalm
Avestruz
axque
lumen dei
Persefon-E
yaizal
chikago
dilettante
Pirata Roberts
dodu
gorpik
hetoo
beor
kira
Jambrina
Fredja
DANAE
nur
Rapunzell
Numero aureo
Boriel
siringa
onirik
tindriel
Ottawa
Maki
ciclonite
La biblioteca de la siringa
Fahss
Gamusina
Sowhat
globtops
hariseldon
Cynskeptical



Nedstat Basic - Free web site statistics



Reír es lo mejor... sobre todo si el tortazo se lo pega otro.