EL ANGAR DEL PORRON MILENARIO

 
             

   
 
 

martes, junio 29, 2004

 
MI PILOTO AUTOMÁTICO

Para ir al trabajo siempre voy caminando. Aprovecho esos momentos para respirar aire menos enrarecido, llenarme de vitamina solar y ventilar los pensamientos. Es el momento en que mi imaginación llega a cúspides insospechadas, llegando a perder la realidad de vista. Cuantas veces he aparecido en mi destino sin recordar por donde había pasado, cuantas veces me he horrorizado solo de pensar que he atravesado una avenida atestada de coches, sin semáforos, y no acordarme de nada. Y cuantas veces me han tildado de antipático por no saludar cuando, en realidad, lo único que ha ocurrido es que estaba ausente de mi cuerpo.

Hoy, en uno de esos abandonos corporales, he imaginado una historia de amor como me gustan a mí, demoledoramente hermosas. Y cuando imagino estas historias, por agradarme en demasía, pongo sistemáticamente el piloto automático en mi cuerpo (que cuerpo más apañadito que tengo, va solo a los sitios sin conductor).

…Estoy en una reunión de amigos percintilistas, sentados formando un corro desigual. El tema es irrelevante, solo el estar en compañía es lo que une en esos momentos al grupo. Uno de los interlocutores interrumpe su charla y señala a alguien que se encuentra detrás de mí. Yo no doy mucha importancia al aviso, seguramente la persona se acercará más al corro y podré ver quien es, alguien conocido por la expresión de los demás.

Pero, de pronto, alguien sujeta mi cintura por la espalda. Siento como si toda la sangre que circula por mis venas entrara en ebullición y se desparramara por mi cuerpo, evaporándose después. Intento hacer el gesto de apartar esos brazos, pero un rostro asoma por encima de mi hombro. Una sonrisa cómplice llena mi campo de visión, inmoviliza mis músculos, acapara mi reacción refleja. Ahora, ya solo puedo sonreír, porque es lo único que permite tal cálido saludo.

Suelta mi cuerpo y siento como si me quitasen una parte de mí, algo que necesito para poder sobrevivir. Saluda a los demás, sonríe con sus ocurrencias y se sienta alejado del lugar donde yo estoy. La velada sigue su curso, las risas vuelven al corro. Intento no parecer obsesionado y solo lanzo miradas furtivas mientras no mira.

La amiga que tengo al lado tiene sed, yo también, me ofrezco a traer bebidas, pero los demás contertulios aprovechan la ocasión para pedirme que les traiga también su bebida. Me veo desbordado con tanta petición. Pero la bella sonrisa se levanta y se ofrece a ayudarme, y mi corazón lanza un latido poderoso que de tan contundente desplaza mis costillas.

Intento no parecer nervioso y mientras ando a su lado, hablo sin parar de cosas fútiles. Pero su sonrisa cómplice me desarma y me obliga a sonreír nerviosamente. Llegamos a la barra y empezamos a pedir. Ninguno de los dos nos acordamos de todos los encargos y reímos sin medida hasta decir basta. Luego, con todos los vasos en las manos, como equilibristas ridículos, regresamos al corro. Pero en uno de los pasillos nuestras miradas se cruzan. Le regalo una de mis mejores sonrisas, pero veo que su rostro se empieza a ensombrecer. Yo, sorprendido, empiezo a esconder mi sonrisa. Veo como empieza a dejar ordenadamente los vasos que lleva en una especie de mesita de recibidor que tiene justo a su lado. Yo sigo sujetando los míos con demasiada fuerza. Ya libre de sus vasos, se acerca a mí sin dejar de mirarme. Mientras, yo siento en mi cuerpo el calor que desprende. Nuestros torsos están casi tocándose, y nuestros ojos sueltan lágrimas de tan fijas. Entonces, levanta el brazo y coloca su mano suavemente alrededor de mi cuello. Los vasos helados hace tiempo que han dejado mis manos sin sensibilidad, pero los sigo sujetando con fuerza, sin saber muy bien porque. Sus labios se acercan tímidamente donde están los míos, y yo solo puedo materializar pequeños resoplidos de ansiedad. Y entonces…

ÑÑÑÑÑÑÑÑÑÑIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!

OSTIA!!, un poco más y me atropellan, juer, que susto, uf,uf. Mecauen la moto de los cojones.



albert - 13:25

 

.

HOME
&
ARCHIVES

mkxis
almuric
fantine
Peluche
Capitán napalm
Avestruz
axque
lumen dei
Persefon-E
yaizal
chikago
dilettante
Pirata Roberts
dodu
gorpik
hetoo
beor
kira
Jambrina
Fredja
DANAE
nur
Rapunzell
Numero aureo
Boriel
siringa
onirik
tindriel
Ottawa
Maki
ciclonite
La biblioteca de la siringa
Fahss
Gamusina
Sowhat
globtops
hariseldon
Cynskeptical



Nedstat Basic - Free web site statistics



Reír es lo mejor... sobre todo si el tortazo se lo pega otro.