EL ANGAR DEL PORRON MILENARIO

 
             

   
 
 

jueves, mayo 06, 2004

 
MASCOTAS

Veo que conocéis poco Igualada, así que voy a continuar con mi campaña de marketing, no sea que sus olvidéis de lo maravilloso que es vivir en mi ciudad.

No tenemos ningún monumento remarcable, pero si muchísimas casitas de estilo modernista (bueno, no tantas, solo unas doscientas) La mayoría concentraditas en el centro de la ciudad. Entre nosotros, tanto modernismo junto no es bueno...Igualada parece un hotel de Las Vegas.

La economía se basa en dos enormes sectores. Uno es el textil, especializado en el género de punto (calzoncillos, calcetines, camisetas, pantis, tangas, lencería). Y el otro gran sector es la producción de cuero...NO ES BROMA, HACED EL FAVOR DE NO REIROS, JOPE, SI NO OS LO CREEIS, MIRAD EL GOOGLE...¡¡Y NO, NO SOMOS UNOS SALIDOS!!!!

Mi hermana trabajó hace mucho tiempo como secretaria en una fábrica de curtidos. Un día tuve que ir a verla para que me diese unas llaves. La fábrica era, como la mayoría que se dedican a los curtidos, demoledora. Todo estaba putrefacto, lleno de mierda por todas partes, oscurecida a causa de los vapores tóxicos que desprenden las tinajas de tinte, y emisora de la peste más absolutamente repulsiva que un humano es capaz de soportar. (Por lo visto, cuando hace algún tiempo que trabajas en ella ya no notas el hedor, pero yo en ese momento estaba por morirme o morirme y resucitar para volverme a morir)

El despacho de mi hermana estaba en un altillo acristalado. Solo verme salió de él, bajó las escaleras de acero y me saludó efusivamente. Ese día estaba habladora y no paraba de garlar y garlar. Mientras, mi cara empezaba a mostrar todos los colores del arco iris (estaba aguantando la respiración). Cuando estaba dejando el lila para pasar al gris de muerto. Mi hermana me miró y me dijo

- ¿Que te pasa?
- Nafda...pezte...ub
- ¿Que?
- Quef...masfisssio...
- Ahh

Subimos al despacho y me ofreció una mascarilla que arrebaté ávidamente de sus manos. Una vez solucionado el problema del pestazo, mi hermana me quiso mostrar la fábrica. La verdad es que a mí no me interesaba lo más mínimo ver esa porquería de sitio, pero tampoco perdía nada por verla.

Nos dirigimos a las tinajas donde unos hombres tiraban las pieles aun con restos de carne en una especie de contenedor lleno de líquidos, mi hermana me dijo que no nos podíamos estar mucho tiempo allí, que era peligroso. Le tomé a la palabra y casi la obligo a desaparecer de aquella zona a la velocidad de la luz. Después nos dirigimos en un lugar donde clasificaban las piezas. En un rincón se veía algo moverse, mi hermana se dirigió rauda hacía ese escondrijo y empezó a decir

- Mininooooo, mininooooooo, ps,ps,ps…carbó!! Carbó!!!
- ¿Tenéis un gato?
- Muchos, pero este seguro que es Carbó, es el único que aguanta el olor
- Aps

El Bicho salió de su escondrijo. Pero nos dimos cuenta que eso de gato no tenía nada de nada. Era una RATA GORDIIIIIIISIIMMAA

No gritamos, no saltamos hacia atrás, no llamamos a nadie, simplemente nos quedamos paralizados. Al final mi hermana me dijo

- Haz algo

Y yo le respondí, con mucha serenidad

- Estoy respirando y mi corazón aun late ¿No te parece que ya es mucho?

Lentamente empezamos a andar hacia atrás, y cuando ya parecía que nos habíamos alejado bastante, algo nos alteró

- BU!!!

Un triple salto doble con voltereta, eso es lo que fuimos capaces de realizar. Nos giramos y vimos como un par de trabajadores se mofaban de nosotros. El que nos había sobresaltado, nos comentó entre graves risas.

- YA VEO QUE HABEIS VISTO A LA MAIRENA
- ¿La Madreña? – pregunté yo
- Si, la rata gorda. Los gatos no se atreven a perseguirla, es demasiado grande. Y nosotros no la queremos matar, bastante trabajo tenemos que encima nos toque pelear con dinosaurios…jejeje…es nuestra mascota.

Después de eso, como podéis deducir, se me acabaron las ganas de pasear más por esa catacumba. Así que le dije a mi hermana que me tenía que marchar. Pero ella insistió que no podía dejar de ver el lugar donde secaban las pieles. Accedí a regañadientes y nos dirigimos a un enorme cobertizo que estaba al lado de la fábrica. La verdad es que era impresionante, ver tantas pieles colgadas como colada en filas perfectas que se perdían en el infinito. El olor era de cuero curtido, muchísimo más agradable que el de la fábrica, y que quité la máscara. Miré sorprendido el techo de cobertizo, hecho de artesonado de madera, increíblemente hermoso para ser de un cobertizo. Pero al momento observé otro detalle: Había una cantidad impresionante de telas de araña que de tan densas parecían cortinas. Entonces le comenté a mi hermana.

- ¿Supongo que en este departamento no tienen mascotas?
- No, creo que no

Y solo decir eso, una cosa se movió en uno de los sacos del suelo. Supongo que era un gato, pero no quise comprobarlo…y eso que me gustan los mininos…otro día, otro día.



albert - 09:59

 

.

HOME
&
ARCHIVES

mkxis
almuric
fantine
Peluche
Capitán napalm
Avestruz
axque
lumen dei
Persefon-E
yaizal
chikago
dilettante
Pirata Roberts
dodu
gorpik
hetoo
beor
kira
Jambrina
Fredja
DANAE
nur
Rapunzell
Numero aureo
Boriel
siringa
onirik
tindriel
Ottawa
Maki
ciclonite
La biblioteca de la siringa
Fahss
Gamusina
Sowhat
globtops
hariseldon
Cynskeptical



Nedstat Basic - Free web site statistics



Reír es lo mejor... sobre todo si el tortazo se lo pega otro.