LA MALDICIÓN DIGITAL
Me compré un móvil solo para usarlo como "teléfono de auxilio", y he comprobado que esa función la cumple al dedillo. Si quedas con alguien y ves que no llega, llamas y te ahorras minutos de pánico. Si vas a algún lugar alejado sabes que siempre podrás llamar a quien quieras (pero recuerda de tienes que llevar el enchufe para cargarlo). Si no te acuerdas de algún número de teléfono es una agenda muy útil, y podría estar hablando horas y horas de las ventajas de un móvil. Pero lo que yo no sabía es que un móvil es también un "relacionador". Con un móvil puedes tener a tu amigo donde quieras, aunque viva a kilómetros de distancia, aunque en ese momento esté trabajando.

Y aquí es donde fracaso estrepitosamente

Yo soy bastante hablador y no me cuesta hablar en público, sea uno, diez, cien. Pero hablar por teléfono me cuesta mucho, muchísimo. En el trabajo puede que no tanto, porque el tema de conversación viene dado. Hablar con algún familiar o amigo al que conoces muy bien tampoco me resulta muy difícil, porque se que me conocen y que cualquier cosa que diga será contrastada con el archivo que tienen ellos de mi en su cabeza. Pero hablar con alguien que conozco poco...es horroroso.

La diferencia fundamental es que con un móvil o teléfono no te puedes quedar en blanco o callado, porque es señal de que alguna cosa extraña ocurre. Así, tienes que estar constantemente en tensión intentando usar las palabras correctas para no ofender. Pero cuando intento hacerlo tan bien como puedo, me pongo hipernervioso, y hago exactamente lo contrario. Y cuando me he dado cuenta que esa respuesta no era la adecuada, ya es demasiado tarde y el daño está hecho. Es por esa razón que evito en lo posible que las personas que conozco poco intenten conversar conmigo por el teléfono o por el móvil, es algo a lo que le tengo terror.

Pero ahora se ha puesto de moda relacionarse por teléfono. No basta con conversar por el Chat, tienes que dar tu móvil y hablar por él, de no hacerlo, eres automáticamente juzgado de raro, extraño, antipático, sospechoso, de poca confianza. Y eso me jode, me jode muchísimo.

Y ahora viene la "refinitiva". Al intentar desviar esta conversación por otros medios. (Mail, Chat, quedar). La persona se ofende porque piensa que lo que realmente estás haciendo es quitártela de encima. Entonces se cabrean y pum!!!.

No, definitivamente no soy capaz de ser "normal" en ese sentido. Así que...prefiero rendirme, perder y esperar.

Porrón SIEMPRE se rinde, pierde y espera... y espera... y espera... tu, tu, tu, tu, tu, tu...