EL PASILLO

Hoy he pasado por la calle San Agustín y he visto la que fue mi casa durante quince años. La estaban restaurando...bueno, de hecho la estaban reconstruyendo. Es una casa muy vieja, hecha a la antigua usanza, donde no importaba la distribución ni la comodidad, solo que cobijara. Aun recuerdo como era; tenía una parte delantera y otra trasera y para unirlas un pasillo que-te-ca-gas. De hecho, era toda pasillo. Jejejeje, aun recuerdo anécdotas de ese pasillo, como cuando...

...Mi hermana se acercaba sigilosamente a mi cama, sin hacer ruido, sin casi respirar. Se subía en ella y, de pronto, me tapaba la boca, rodeaba mi nariz con su boca y soplaba. La sensación era muy desagradable y la reacción instantánea. Ella comenzaba a correr, yo detrás de ella hecho un basilisco. Luego recorríamos el interminable pasillo como Tom y Jerry hasta llegar al aseo donde ella se encerraba. Por norma general corría el baldón y la cosa se quedaba así. Pero ese día conseguí atrapar el pomo antes que ella consiguiera cerrar la puerta. Forcejeamos un buen rato

- YA TE TENGO, NO TE ESCAPARAS, ERES MIAA!!
- iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii !!!
- NO TE SERVIRÁ DE NADA HACER FUERZA, TU TE LA CARGAS!!!
- iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii , DEJA LA PUERTA, DEJALA!!!
- NOOOOOOO JAJAJA!!!

En eso que mi abuela, que aun vivía, se acercó al aseo muy enfadada ante el escándalo y gritó

- SOIS LA PESSTEEE. PARAD, PARAD, ES QUE SIEMPRE ME SACAIS LOS NERVIOS DE SITIOOO

Pero, de pronto, dentro del aseo se oyó un estruendo. El forcejeo paró y el agua comenzó a salir por debajo de la puerta. Mi abuela la abrió y vimos que el depósito del agua se había caído encima de la taza del water rompiéndose ambos, y mi hermana estaba mojada como un pollo.

Nos acordamos entonces que mi padre había cambiado ayer la cisterna, porque la que teníamos era demasiado pequeña. Y por lo visto, los portazos que dimos hizo ceder el aun húmedo yeso.

Cuando llego mi padre nos parió una bronca de campeonato. Para ser más exacto, nos pegó dos pares de hostias que aun me resuena su recuerdo. Si llegó a las siete de la tarde, terminó de recoger todos los desperfectos a las nueve. A esa hora llegaba mi madre de comprar. Tenía un turno de trabajo muy bestia y salía follada de trabajar para poder comprar y hacer los encargos. Abrió la puerta, dejo las cosas en el recibidor, y corrió como una loca para llegar al aseo (se estaba meando de lo lindo). Pero cuando abrió la puerta...se quedó más blanca que la taza que no había. Puso una cara entre triste y aturdida. Y dijo una sola palabra, una sola.

- WATER

Mi abuela cruzo sus brazos delante de los pechos y dijo

- Mira, como antes, un agujero, Ala!!. Esto es lo que tienes por tener a estos niños tan mal criados que bla,bla,bla

Esta historia no fue tan divertida como parece. Tuvimos que usar el baño del vecino durante una semana con el mal rollo que eso conlleva. Como que se rompió todo, mis padres tuvieron que gastarse dinero en comprarlos nuevos (y en esa época andábamos un tanto justos de dinero). Y lo peor de todo, mis padres tuvieron que invertir más horas de su tiempo libre que administraban como si fuera oro.

Desde ese día, los esprines por el pasillo se acabaron. Porque, aunque éramos pequeños, nos dimos cuenta del mal rato que hicimos pasar a nuestros padres.