RAM PARA QUE? VIVE LA VIDA, primera parte

Antes de ir a la Ram, juré que no haría ningún tipo de entrada hablando de ella, simplemente porque sabía que mucha gente lo haría por mí. Pero hoy he abierto el blog y me he dado cuenta que he batido el record de entradas. Una de dos, o alguien no puede vivir sin la imagen de mi blog, o es que hay mucha gente que espera que hable de la ram. Hmmm...Esta biennnnnnn, voy a escribir algo.

El día anterior a la ram, por la noche, miré mi correo para ver si había cambios de última hora. Ciertamente así ocurrió, pues un mensaje de nuestra preciosa mkxis comunicaba que el maletero de la furgoneta en la que iríamos hacia Murcia era limitado. El mensaje decía que solo podíamos traer una maleta, y que esa maleta tenía que ser de proporciones razonables (ataúdes no, gracias). Yo cogí una pequeñita, de esas que tienen ruedas, y la llené. Esa maleta es un poco más grande que las de su tipo, además es del tipo "duro" (de esas maletas que pegan hostias a las otras en el embarque de un aeropuerto). Y eso me preocupaba.

- A ver si será muy grande -

A la mañana siguiente, llegué al punto de reunión muerto de remordimiento con la convicción que la maleta era demasiado grande...Y ciertamente lo era. Yo llevaba la maleta más grande de los nueve que éramos. Mi preocupación se volvió angustia, e intentaba disimularlo con pequeñas sonrisas histéricas y sin sentido. Después de media hora, nos comunicaron que ya podíamos ir a las furgonetas. Pero resultó que no eran furgonetas tipo monovolumen, más bien eran esos casi camiones que reparten donuts por los pueblos. Al abrir el maletero pensé.

- MADRE MIA! PERO SI ESTO ES EL CULO DE LA CHENOA !! -

En ese maletero cabían todos los concursantes de operación triunfo, con los decorados, la academia, y el bisbal dando una bisbivuelta. Joder!! Y yo tan preocupado. Además me jodío. Yo quería llevar mi abrigo de chinchilla, mis zapatos italianos, mi smoking, mi gaita para ensayar, mi cama...y solo pude llevar unas camisitas y pantaloncitos de nada.

- Gracias Carlos, eres un sol, grrrrr -

Las autopistas españolas tienen dos características que las diferencian del resto de las autopistas europeas. La primera es que tienen baches, así pues, y si vas en furgoneta, te puedes encontrar de pronto empotrado en el techo intentando realizar la segunda parte de Spiderman. La segunda es que sus áreas de servicio son de una horteridad tan elevada que podrían entrar en un nuevo estilo arquitectónico. Nos detuvimos en una que tenía el peor árbol de navidad que jamás un ser humano haya imaginado. Lo pusieron "TODO" absolutamente "TODO". Así pues te podías encontrar un ángel abrazando a un teletubi, o una estrella sujeta con el elástico de sujetador. Y todo amenizado por una musiquilla con luces parpadeantes. Y luego se extrañan que caiga lluvia fría en esa región. Ostia!! Es dios que los castiga, que no se dan cuenta.

Mientras circulábamos en la cola del "sel servis" (que no, que no se inglés). Un objeto extraño apareció en mis manos. Era una especie de bola metálica con púas también metálicas. Y luego me dieron otro objeto, era una especie de jaulita metálica también. Cuando tenía los dos objetos, uno en cada mano, me dijeron

- Metela!!-

No podía, tenía las manos ocupadas. Al menos tenía que desocupar una mano para meterla. Así pues no me quedó más remedio que introducir la bola en la jaulilla para reducir el objeto en uno. Pero una vez echo, ya nadie había a mi alrededor, nada para llevar al huerto. Así pues me quedé con las ganas.

Nos encontramos con la ostia de accidentes y atascos. Así pues, llegamos al desvió de Murcia a Mazarrón de noche. Según las indicaciones de Tina, de un copiloto atolondrado, y un conductor suicida, nos metimos en la carretera más estrecha, oscura y tenebrosa del mundo. Cuando preguntábamos cuanto faltaba, nuestro equipo conductor nos decía.

- Diez minutos -

Luego deducimos que eso significaba veinte minutos. Además eso de diez minutos lo dijeron tres veces. Realmente, no se que tipo de relojes llevan en esta región, aquí deben poder plegar el universo y esas cosas. Para darle más emoción al asunto, delante de una bifurcación, el copiloto empezó a decir.

- A la derecha...no!! A la izquierda...espera!!! No, a la derecha...uish, digo a la izquierda!!!-

La furgoneta quedó a dos ruedas y dimos una vuelta digna de una montaña rusa. El porrón tiene cojones, porque es tío, pero los tiene móviles y perdidos en Mazarrón.

Bueno, ya habíamos llegado. Ahora tocaba matar al copiloto y buscar a Tina para degollarla. jejeje, es brooommaaa.

Ahora estoy cansado, mañana os cuento más cosas sobre la cocina típica de Murcía, no sus vayáis.