EL ANGAR DEL PORRON MILENARIO

 
             

   
 
 

miércoles, octubre 01, 2003

 
EXPEDIENTE "TAM" segunda parte

-...Y que maravilloso invento es el parpansil, incluso pica el duro hielo...siiii!!!! increíble pero cierto...y por solo 99,99 euros tendrá además...Nooooooo!!!!-

Me levante sobresaltado por aquello que pensaba era una pesadilla. Pero era real, los extraterrestres intentaban modificar mi mente a base de un aparato parecido a un inofensivo televisor. A mi lado había un abducido completamente entregado a los influjos de aquel peligroso abducidor. Aterrado, miré el reloj y comprobé que eran las siete. Demasiado temprano, pero no podía estar más tiempo en ese cubículo. Cogí mis bártulos y me dirigí raudo a la salida para escapar. Pero, para mi desdicha, el individuo me detuvo, me saludó al modo alienígena y me indicó el lugar del desayuno.

Intenté aparentar normalidad mientras veía como, poco a poco, los abducidos se colocaban en las mesas. Para no levantar sospechas, intenté comer algo. Pero el café sabia a "cosa" y el croasan a "cosa al cuadrado". Al cabo de un tiempo, el individuo nos azuzó para que nos dirigiéramos a la zona de los nuevos experimentos. Yo intenté rezagarme y le dije que iría por mi cuenta, que necesitaba más tiempo para digerir la bazofi...el manjar tan exquisito que me ofrecían. El se limitó a lanzarme con sus ojos una andanada de rayos-beta-gama que, de ser un habitante de Marte y no terrícola, me hubiese fulminado, achicharrado y desintegrado.

Era la primera vez que paseaba por su ciudad. Aparentemente era muy parecida a una ciudad terrícola, incluso hubiese jurado que estaba en la tierra, pero no me dejé engañar por las apariencias. Llegué a un ascensor donde el individuo me esperaba, me lanzó otra andanada de rayos-beta-gama y luego me invitó a entrar.
El próximo experimento consistía en mostrarnos la cultura ancestral extraterrestre. Por lo visto, los alienígenas son adoradores del "pedrusco". Lo veneran con tal fervor que montan auténticas catedrales para meterlos dentro. Nos pasamos dos orejas mirando aquellos pedruscos. Incluso había uno (muy parecido a nuestra virgen de Lourdes, pero en piedra policromada) que se le atribuía el don de matar a aquel alienígena que lo quisiera destruir (lo llamaban "virgen del cop"). No me creí mucho la historia que me contaron, pero preferí pasar a una distancia prudencial de su lado (por si acaso).

Después de ver todos los pedruscos posibles y por haber, nos llevaron a una torre inmensa. Algunos subimos atraídos por una extraña abducción. Confieso que yo fui el primero en caer, y subí raudo por aquellas escaleras interminables. Cada vez eran más pequeñas y retorcidas, pero no podía parar de subirlas. Al final, pude ver una luz. Aceleré el paso hasta que alcancé la fuente de ese brillo. Delante mío apareció una campana: majestuosa, enorme, llena de contorneados, y con un badajo que...no....noooo....NOOOOOO...NOOOOOOO!!!!!!

DDDDDDDDDDDDDOOOOOOOOOOOOOOOOOONNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGGGGGGGG!!!!!

Desde aquel día, en la ciudad extraterrestre de lleida, deben pensar que tienen una mezquita...y que yo soy el primer musulmán en la historia de anunciar a los fieles la hora de la oración (menudo alarido pegué).

No puedo contar nada más sobre la torre, estaba completamente aturdido, los extraterrestres empezaban a ganar la partida. Cuando salimos en dirección a la próxima zona de experimentos, un grupo de abducidos preparó “la gran escapada” y yo, naturalmente, me uní a ella. Pero a las dificultades de dar plantón a los extraterrestres, se añadió el tener que dar platón a un maléfico doble espía entre los nuestros. Así que, después de mucho pensar, decidimos sacrificar a uno de nosotros por el bien de la comunidad (lo siento, pero no había más remedio).

Cuando “el esquinazo” surtió efecto, corrimos por las callejuelas de la ciudad hasta resguardarnos en un bar con especialidades de la casa: tutifruti de bivalvos, o sea, berberechos, almejas y congéneres por el estilo. Pero, a medida que pasaba el tiempo, más y más abducidos se acercaban al bar para saborear dicha tapa. Al final decidimos regresar antes que el individuo nos echara en falta y nos persiguiera con una tropa de exterminadores.

Como castigo, el individuo nos obligo a presenciar dos sesiones intensivas de terapia rectificadora extraterrestre. (Sobre niños superdotados y política…aaaggghhh!!!!!). Pocos quedamos después de aquella demostración de tortura…pero los extraterrestres dejaron lo peor para el final…

No se pierdan la tercera parte…”el restaurante del fin del mundo” y “la invasión de la isla de los cochinos”…ni la cuarta y última entrega "el futbol perjudica gravemente la salud".





albert - 08:43

 

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