EL BUFON ENVIDIOSO
Hoy estoy un tanto melancólico. Bueno, en realidad me siento un poco deprimidillo (he alquilado "El paciente ingles", con eso lo digo todo). Y me apetece escribir algo sentido, hecho con el corazón.... ¡Alehop!, el porrón milenario ha digievolucionado en botella de ron.
Un par de días a la semana, tomo un respiro en el trabajo y repaso las novedades en los blogs...ah! los blogs, que invento tan genial... Igual que en un libro, me identifico con los pensamientos de sus autores, siento la tristeza que desprenden y me entristezco con ellos, río como una hiena salvaje cuando el tema es divertido, cojo el diccionario cuando no entiendo que es lo que pretenden comunicar (y es que estos universitarios... gafotas empollones) me mezclo con el surrealismo de algunos y en las fuertes convicciones de otros... y después apago Internet y me siento tremendamente desgraciado. Solo consigo tener un nudo en la garganta y un extraño fuego que me destroza el corazón.
Envidia
Me gustaría poder escribir como Axque, usando las palabras como yo uso los dedos cuando escribo a máquina, saber en cada momento cual es la oración exacta, el término justo, el vocablo perfecto. Me encantaría tener el poder de seducción Cris, con esa capacidad de captar la atención de todos, de decir cosas que tanto pueden llenarte el corazón como romperte las mandíbulas en carcajadas sonoras. Mataría por poder expresar mi tristeza como lo hace Tindriel, decir a la gente que me encuentro solo y triste y endulzarlo con un alo romántico y misterioso. Quisiera tener la juventud de Cora y poder tratar a la vida con su descaro, sin que importe el tiempo, saboreando lo cotidiano como el más delicioso de los néctares. Necesito el pragmatismo de dilettante para poder afrontar la vida con valentía, las cosas son blancas y negras, y yo soy yo. Y que puedo decir de estar enamorado, que bonito es ese sentimiento terriblemente simple, pero enormemente poderoso...te envidio Asosoman. Y al igual que vosotros, Avestruces, yo también quiero poder compartir, hasta llegar el extremo de juntar mis pensamientos...en un blog. Y de Barachan quiero tener amigos como los suyos, amigos para siempre, y poder llamarlos siempre que los necesite. Chicago, yo no te entiendo, pero joder, me gustaría poder ponerme unas raiban sin que automáticamente alguien me compare con la mosca de la tele. ¿Por qué no estudié más? es lo que siempre me pregunto cuando leo a Santi, como se nota que el va a la universidad... y yo no. Me falta fuerza de voluntad, siempre me ha faltado, la misma que envidio a Albert. Y de Siringa envidio su blog, tan chulo el, y tan lleno de pequeños pastelitos que paladear y degustar con avidez. Yo quiero tener aficiones, y yo se que Beor las tiene, y las envidio. Y seguro que me olvido de algunos que he envidiado, y de nuevos blogs que aparecen (te leeré Red) y que, seguramente, envidiaré.
Y aquí me tienes a mí, el bufón de la corte, que no puede llorar, que no puede vestirse con ropas elegantes, que no puede entablar una conversación inteligente, que el único que desea es hacerte reír...¡Alehop!... el porrón milenario se ha colocado los cascabeles de nuevo.
albert - 12:46