CUANDO ALGUIEN PIENSA EN TI
Hay un dicho que dice que si en un espacio corto de tiempo se te caen las cosas al suelo, es que alguien está pensando en ti. Pues macho, hoy alguien no solo está pensando en mí, sino que se ensaña de lo lindo.
Cuando estaba en el baño, se me ha caído tropocientas veces el cepillo al suelo. Por un momento me he asustado pensando que tenía los primeros síntomas del parkinson. Pero no soy un hipocondríaco, así que he dejado de pensar en esa posibilidad (Demasiadas cosas tengo en la cabeza para encima tener que asustarme por tonterías).
Después de acicalarme, he abierto el portátil para mirar el correo y consultar ofertas de vuelo. En la Web de iberia me han preguntado por el número de la tarjeta iberiaplus, pero yo no me acordaba de donde la tenía, así que me he puesto a buscarla. Me he encaramado encima de la cama para llegar a la último estante, y cojo un sobre que me parecía que...
- ay, ay, AY, MiiiiiiER...D....A
¡¡¡¡BORROBOMMMM!!!
Las obras completas de asimov en toda la cara, y encima han ido cayendo de uno en uno. Primero las he intentado coger al vuelo mientras caían, pero al final he desistido y me he limitado a contemplar como iban rebotando encima de la cama. He suspirado, he ido a buscar la escalera de aluminio, y he vuelto a ponerlos uno a uno. Y cuando solo me faltaban tres...
- no, no, no, NO, NOOOOOOOO....MECAUENLA" "AÑLSDKFJAÑLSKDJF
Joder, a mi me gusta Asimov, pero tanto como para comerme sus libros, que queréis que os diga.
Después he ido al trabajo, pero antes he pasado por la librería para comprar CDs gravables. Y cuando he ido a pagar…
CLIN, CLIN, CLON, CLUN
Monedas, llaves, el boli, ticket…todo por el suelo, absolutamente TODO. Si en aquel momento llega a pasar un vagabundo, le da un ataque de corazón con tanto objeto de valor por el suelo.
Al final he conseguido recuperar todo excepto las llaves. Se me habían metido debajo del estante, así que me he agachado como una cucaracha gigante y he metido mi mano debajo. Al ver que no conseguía cogerla, he puesto el brazo. Seguía sin poder y he puesto casi el hombro. He tocado una tela de araña y he puesto el alma, el corazón, y casi las cuerdas vocales, pero he conseguido controlar mi ataque de megafobia y he seguido buscando. Y la muy foca de la dependienta ha dicho
- Anda, si ha salido por el otro lado, no te esfuerces
Y yo he sacado la mano de debajo la estantería, llena de telarañas, mientras preguntaba a mi otro yo si se degollan igual los corderos, las gallinas y las dependientas.
Una vez en el trabajo, me ha tocado despachar. Una señora me ha preguntado cuanto valía el reloj del aparador. Yo raudo y veloz lo he intentado sacar, pero el muy puñetero no se dejaba. Entonces he sacado el expositor entero, y cuando ya casi lo tenía encima del mostrador
PPPPPPAAFFFFFFF
Todos los relojes a tomalpolsaco, que vergüenza. Y la clienta, en lugar de violentarse, los cogía del suelo y se los iba probando, ¡¡¡como si el suelo fuera un expositor más!!!!
Luego, ya de vuelta en mi casa, y después de comer, he decidido tomar una media horeja de sol. La tumbona, el reloj, la crem…m..a….nnoo..NOOOOOOO!!!
Pos sí, todo por el suelo. Lo he recogido con pañuelos de papel, y si no fuera por el bote de nivea, alguno podría pensar que ha sido la paja del año.
Basta, basta, BASTA!!! Quien esté pensando en mí que baje la intensidad de sus pensamientos, por favor, se lo suplico ¡¡¡PIEDAD!!!
Y Ahora disculpen, pero se me ha caído el bote de los lápices en el suelo y los voy a recoger.
albert - 20:55